Entre gritos y ritos

UN AÑO MÁS QUE SE ACABA y algunos tenemos muchas cosas que agradecer: salud, seres queridos, proyectos realizados, amistades conservadas, mejora laboral, económica, estudios concluidos, hijos, divorcios, siempre hay una buena razón para despedir el año en curso y si no la tienes (¡qué hueva, y qué amargue!) inventarse una es buena opción.
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Claro, el año también puede dejar cosas malas: algo que se pierde, un noviazgo que se fue al carajo, una amiga que te falla, el ex novio que se casa, la pareja que no llega, el dinero que no alcanza y la profesión que no prospera. En cualquiera que sea el caso siempre lo indispensable será conservar una actitud optimista deseando siempre y en todo momento que los nuevos meses por venir nos ayuden a concretar todo eso que este año nos salió debiendo.

Sin embargo, no seamos apáticos y reflexionemos en preguntas muy sencillas antes de que den las doce del 31 de Diciembre.
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De acuerdo a mis sueños, metas, ideales, objetivos, etc…
¿Dónde comencé el año y dónde lo termino?

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No hay mejor manera de darse cuenta si uno va para adelante o va para atrás. Y a pesar del resultado lo importante nunca será el ritmo, las caídas, o las decepciones, lo importante es seguir adelante en nuestro camino personal porque ahí es donde nos demostramos a nosotros mismos (los demás pueden esperar sentados) que tenemos lo que hay que tener.

Porque....

En este año la mayoría de los blogs que están a la izquierda suspendieron sus publicaciones o cerrarón. Supongo que su vida ha sido mejor y el tiempo libre es muy celoso así que desde aquí les mando un saludo y abrazos y ya de pasada les agradezco a todos sus comentarios y observaciones, invitaciones a memes, premios e ideas compartidas el tiempo en el que este blog tuvo comentarios abiertos.

Yo los leo y seguiré al pendiente ojala y publiquen aunque sea de vez en cuando.

Y a todos los que constantemente se dan la vuelta por aquí desde lugares muy lejanos ¡GRACIAS! por pasar a visitar :)

... y otros

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Que los atropelle la felicidad, que los azote la dicha, que les caigan toneladas de amor y de cariño, y que los inunde la prosperidad. Bendiciones para todos.

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(Y que te besen)