Hay muchas opiniones encontradas en torno a esta película, por un lado ciertos críticos de cine la destrozan y por otro algunos fans nostálgicos con la era del glam rock, glitter rock o gay rock la consideran una película de culto. A mi me gustó mucho aunque más que una película creo que debería de haber sido un musical de teatro. Me encantó todo el diseño de arte, desde que comienza con la tipografía de los créditos.
Sombra aquí y sombra allá
La historia esta contada tipo Citizen Kane, cuando a Arthur Stuart, un periodista, debe averiguar, por cuenta y cargo del diario Herald, qué ha sido de la vida de Brian Slade. Corre 1984 y están por cumplirse diez años del episodio más resonante en la carrera de Slade, que una noche del '74 montó la farsa de su propia muerte sobre un escenario. Se había hecho disparar balas de salva, y el engaño fue descubierto 24 horas después.
Pero a partir de entonces para Slade su fama empezó a caer, sus fans mermaron, la cocaína llegó a su vida para quedarse. Después no se supo más. Y curiosamente Arthur, el que investiga, había sido un mega fan de Slade en su juventud.
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Si mal no recuerdo esta producida por Michael Stripe de REM y es famosilla porque supuestamente por medio de una historia “ficticia” se narra la relación romántica y pasional que tuvieron en la vida real David Bowie e Iggy Pop. Claro que con la historia de Brian Slade se quedaron cortos porque para nada le llega a David Bowie quien prácticamente es un genio para muchos y que en esos años marcó toda una tendencia y era verdaderamente brillante; pero se perdona porque esta actuada por dos guapísimos hombres, Johnathan Rhys Meyers y el hermoso de Ewan Mc Gregor. Ewan, por cierto, hace una muy buena interpretación de un rockero descontrolado que leguas se ve una imitación descarada de Iggy en sus mejores años.
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El director Todd Hynes en esta película reinventa la historia del glam y lo transforma en ópera, teatro, vídeo-clip. Hay amor a la luz y a las lentejuelas, a la coreografía y a la música. Cuanto drama y romanticismo, cuanta seducción y liberación sexual.
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El logrado casting buscó actores que cantaran lo cual autentifica los playback; los compositores son lo mejor de cada casa de los setenta y los noventa, y la puesta en escena, el irreal y perfecto vestuario, los decorados de lujo, completan la impecable producción. La música me gustó mucho, e inclusive por ahí salen los de Placebo “actuando” como una banda del Glam y cantando 20th Century Boy. El soundtrack particpian bandas noventeras, entre ellas algunos de Radiohead, sí, ya sé que nada que ver pero supongo que habrán hecho algo.
El logrado casting buscó actores que cantaran lo cual autentifica los playback; los compositores son lo mejor de cada casa de los setenta y los noventa, y la puesta en escena, el irreal y perfecto vestuario, los decorados de lujo, completan la impecable producción. La música me gustó mucho, e inclusive por ahí salen los de Placebo “actuando” como una banda del Glam y cantando 20th Century Boy. El soundtrack particpian bandas noventeras, entre ellas algunos de Radiohead, sí, ya sé que nada que ver pero supongo que habrán hecho algo.
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Según Velvet Goldmine a finales de la década de los setenta surgía un mundo lleno de rimmel, lentejuelas, provocación, exhibicionismo, excesivo maquillaje, brillos, homosexualidad, bisexualidad, voyeurismo, frivolidad, fantasía... Pero bajo esta faceta de supuesta frivolidad, el glam puso en jaque los valores sociales imperantes en la Londres de comienzos de los setenta, teniendo una fuerza subversiva aún mayor de la que tendría el punk rock años después.
Según Velvet Goldmine a finales de la década de los setenta surgía un mundo lleno de rimmel, lentejuelas, provocación, exhibicionismo, excesivo maquillaje, brillos, homosexualidad, bisexualidad, voyeurismo, frivolidad, fantasía... Pero bajo esta faceta de supuesta frivolidad, el glam puso en jaque los valores sociales imperantes en la Londres de comienzos de los setenta, teniendo una fuerza subversiva aún mayor de la que tendría el punk rock años después.
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"Muy rápidamente", dice Haynes, "se volvió a un estado más rígido, más conservador: éxito, masculinidad, etc. En los ochenta volvimos al camino tradicional".
"Muy rápidamente", dice Haynes, "se volvió a un estado más rígido, más conservador: éxito, masculinidad, etc. En los ochenta volvimos al camino tradicional".
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La película toma su nombre de un B- Side de David Bowie a quien por cierto no le hizo nada de gracia y según chismes urbanos ordenó que quitaran su nombre de la historia y al parecer odia esta película. Y por cierto el director Todd Hynes le tira duro a Marylin Manson al decir que sólo es un payaso decadente al querer actuar como un personaje del glam rock ¡Plaf!
La película toma su nombre de un B- Side de David Bowie a quien por cierto no le hizo nada de gracia y según chismes urbanos ordenó que quitaran su nombre de la historia y al parecer odia esta película. Y por cierto el director Todd Hynes le tira duro a Marylin Manson al decir que sólo es un payaso decadente al querer actuar como un personaje del glam rock ¡Plaf!
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Todd Hynes Es considerado como uno de los integrantes del New Queer Cinema Independiente (junto a directores como Gus Van Sant, Barbara Hammer, Bruce La Bruce y otros). Haynes considera que hacer un film gay no significa mostrar a dos hombres besándose o teniendo relaciones.
Todd Hynes Es considerado como uno de los integrantes del New Queer Cinema Independiente (junto a directores como Gus Van Sant, Barbara Hammer, Bruce La Bruce y otros). Haynes considera que hacer un film gay no significa mostrar a dos hombres besándose o teniendo relaciones.
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A su vez, sostiene que ciertos films de Hitchcock pueden ser considerados como films gays (el caso arquetípico sería "La soga"). Considera que no es necesario inventar nada nuevo sino que hay que trabajar con los géneros cinematográficos tradicionales, para poder subvertirlos desde adentro (como lo hacía Luis Buñuel en su etapa mexicana). En sus películas, las relaciones sexuales homo, no son vistas desde la anécdota sino como un acto anti social y liberador; más allá de la presencia amenazante del sida.
Este video esta muy padre, muy sentimental, vale la pena. Y la película para mi gusto también merece una oportunidad, total a lo mucho – si eres hombre- te darán ganas de ponerte lentejuelas, plumerio y pintarte los labios. Yo simple y sencillamente ame el amor apasionado de Rhys y Ewan Mc Gregor o sea de Brian Slade & Cut Wild en pantalla. ¡Snif!
Definitivamente de mis favoritas, los musicales son buenísimos.
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