QUE IMPORTA QUE HAYAN PASADO TANTOS AÑOS PARA QUE UNA FECHA SE CONCRETARA… que importa, chingada, si me la pasé tan bien y fue un concierto tan especial. Finalmente cumplí mi deseo de ver a Dolores O’Riordan en vivo y a todo color y como bien dice el dicho: “Más vale tarde que nunca” Y bueno, que chido que fue en esta etapa de su vida porque nos quedamos con una impresión tan chida acerca de ella, tan calida, y buena onda. Se portó poca madre con toda la fanaticada que estuvimos ahí, fieles y participativos desde el primer minuto hasta el último.
Pero el día chido comenzó horas antes cuando me quede de ver con Sophie a las 6:00 p.m. en el museo para apreciar la tan cacareada exposición de Frida Kahlo que nos vienen presumiendo desde hace meses. Por ser día gratis tuvimos que hacer una pinche fila de mínimo media hora para llegar hasta la sala. Pero no fue tan desesperante porque la platica estaba muy buena y el taco de ojo también jojo. La exposición consta algunas de las pinturas más representativas, fotos, documentales y cartas. La museografía quedo muy padre, eso sí, sobre todo la parte de las fotografías en blanco y negro (a manera de una prueba fotográfica) decoradas con pintura de colores. Muchas obras me las imaginaba más grandes y oh, decepción, están muy chicas, el drama es lo que las hace grande, no sé, supongo que pasa lo mismo con La Mona Lisa, pero como que sí te cambia la impresión al verlas ya “en vivo”
-“Las dos Fridas” ya la había visto, esa es la que se parece más a como uno se la imagina; uno de los autorretratos con changuitos es más simpático “en vivo” se ve mejor que en los libros y documentales. Hubo algunas fotos que sí me gustaron bastante porque no son las que siempre ponen, sobre todo una de perfil en donde se ve muy impactante y otra donde está fumándose un cigarro, sentada, presumiendo sus botas vaqueras, jeje y no trae su peinado vernáculo que tan famosa la ha hecho. Esa yo no la había visto mucho y se ve diferente a como se le conoce, eso es lo que me gusto de la foto.
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Hay una foto donde aparece con Diego Rivera, y creo que todos los que pasan a observarla se preguntan lo mismo: “¿Qué le vio (físicamente)?” por lo menos yo me lo pregunté y en ese instante Sophie me lo dijo a mi, jaja. Pero indudablemente lo mejor son las cartas escritas de su puño y letra que se encuentran colgadas desde el techo y llegan a la altura de los ojos de los visitantes para que las lean .Nada más alcancé a leer unas cuatro y me gustaron mucho, tenía bonita letra y muy legible. Pero me quedé intrigada, ¿También vinieron los cuadros que, según Raquel Tibol, eran falsos y generaron tanta controversia? No lo sé.
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Está padre, aunque siempre he pensado que Frida es algo así como muy pop o sea lamentablemente se ha convertido en un producto de consumo, y creo que los años la han convertido en lo que ella nunca hubiera deseado convertirse, porque estoy de acuerdo en lo que dijo un crítico hace tiempo, que la gente se ha enamorado de la Frida que han construido los Medios, porque la Frida real era más bien, parca, amargada, ruda y algo perrucha – bueno, ese lado era adorable- al menos eso es lo que he percibido en todo lo que he leído de ella, incluyendo el libro de Raquel donde publica todas sus cartas, ese me gusta mucho.
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¿O será que le tengo un poco de recelo porque hablaba mal de Remedios Varo? Tenían pique y con la pena, pero yo preferiré siempre a Remedios Varo, con ella me identifico mucho, y por ella sí haría fila de diez horas si me prometen que veré Todas sus obras. Snif! Pero creo que eso ya ni en el DF se puede, no sé en que quedó el pleito por su obra.
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