“Ahora sí sé lo que sienten las divorciadas”, le dijo Tutsi a Polly hace – por fortuna- ya muchos ayeres, bueno, ni tanto, apenas hace dos meses jo,jo. Recuerda ese día hasta con ternura, era viernes, diez y media de la noche y se encontraba encerrada en una de las habitaciones de la planta baja, las luces apagadas; con una mano sostenía el teléfono y con otra la enorme toalla de "Transformers" que A olvidó en la casa y ahora le servía para limpiarse las lágrimas (la lloriqueada ocular era tan demandante que los kleenex no le servían de nada) El dolor de la ruptura – sí, la definitiva- es implacable, capaz de quebrar el alma de la más dura.
Polly seguía ahí, haciéndole terapia después de que horas antes le había dicho que ya se encontraba bien (mentira) y por suerte no se lo creyó. Al día siguiente vienen a tocar a la puerta y me entregan una invitación para una despedida de soltera. Con la experiencia del día anterior me quedé pensando en para qué, ¿habrá razón para creer en el amor para toda la vida?, ¿en la fidelidad?, ¿en el romanticismo eterno?, ¿en las parejas que envejecen juntos llenos de hijos y nietos? Esa postal cada día se acerca más a una utopía para muchos de los jóvenes que vivimos historias de amor hoy en día.
Comenzando por el hecho de que habemos un gran porcentaje de personas diversas a las no se nos permite formalizar por ley nuestras vidas sentimentales (ya no habemos de cosas religiosas cada religión tiene sus reglas muy respetables, pero las leyes deberían ser otra cosa) Sé que jodemos con lo mismo, pero de este lado también nos joden con lo mismo de la intolerancia y discriminación, sorry! Cada vez son más las mujeres que anteponen una vida profesional y de crecimiento en vez de quedarse en casa a tener y cuidar hijos y educarlos. La economía no está para eso. Las guarderías y lugares de asistencia infantil están repletos. Al ver la invitación me quedé pensando en la futura esposa ¿su caso será diferente?
Hacemos una bola de rituales para casarnos, primero el novio te tiene que dar el anillo de la manera más original y sweet que se le ocurra, muchas alucinan que el gran momento sea musicalizado con canciones de Luis Miguel, Camila o Sin Bandera. Después el enamorado tiene que llegar a la casa de los padres y hacer lo propio con toda la familia reunida en la sala, nerviosismo, silencios incómodos y miradas furtivas, finalmente, el Gran Brindis. El mega paso ya está dado: comprometidos formalmente, o sea con permiso de que el chisme se distribuya por todos los canales posibles, “Doris ya está pedida y dada”
De igual manera comienzan los preparativos de la despedida de soltera con la mamá y la futura suegra en algún salón nice de la ciudad. Debe ser recatado, sobrio, con alguna diversión de medio tiempo, un adornito en forma de comal o escoba que te encajan en la ropa a manera de bienvenida. Las despedidas son aburridísimas. Las abuelas se van con sus mejores prendas y se sientan en una área especifica presumiendo su basta experiencia, dando tips etc, en otra área están las mamás jóvenes (24 años a 30) con sonrisa nerviosa batallando porque el niño no le hace caso en público y en la mesa de la soltera – por suerte- las pocas solteras que quedamos tratamos de poner la mejor cara y vernos interesadas.
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En mi ciudad si una futura novia no hace un evento de esos es como si no se fuera a casar o se sospecha de embarazo. La novia continúa el rally de festejos con el viaje con las amigas, una fiesta de “puras chavas”¿los stripers? Y ya porque si hace mucha fiesta es una zorrona.
Mientras que él se pasea por las carnes asadas y cervezas en su honor, las despedidas de soltero ó las visitas clandestinas con su grupito de amigos al table dance de moda ó el más accesible $ y si el novio es muy ojo alegre hasta le regalan “un oso de los mejores” por “su despedida” todo para llegar a el gran paso, LA BODA sí, con mayúsculas.
Sé que esta noche a la vuelta del trabajo me tocará de nuevo hacer la cena
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