martes

Déjame entrar

Let the Right One In





Sé que prefieren no hablar de eso. Pero yo lo haré. También lo he notado. Los Vampiros están de moda, ¿verdad? Sí: la moda ya no es ser brujo, ni aspirar a serlo, ahora es ser vampiro. Y no es precisamente algo que me guste. Mi hermana me entregó una revista que más bien parecía un folleto de Office Depot. La revista se llama “Corazón de Vampiro” (¡!). Me dio risa el nombre y la hojee, nada del otro mundo, la jeta de Robert Pattinson (y chavitos muy parecidos) por toda la revista. Creo firmemente que Crepúsculo, Nueva Luna, Etece, etece, le están dando en la madre a un género que me gusta mucho, no soy fan, no soy conocedora, pero lo que son Vampiros y Hombres lobo me encantan. Confieso, he visto Underworld tantas veces que ya ni las cuento, siempre la pasan en cable y me sigue gustando igual. Otra que pasan seguido y me parece muy entretenida es Van Helsing. Estoy enganchada a True Blood y hago muchos corajes porque no está disponible en dvd acá y en Internet no es lo mismo. Si por mi fuera quitaba de inmediato a Anna Paking y metía a Ellen Page en algún lado, pero no se puede tener todo en esta vida.

Gracias a Stephenie Meyer el romance de vampiros se confunde, a veces, con ñoñería. Y no pretendo criticar a los lectores, cada quien sus gustos, he visto la película pero por razones meramente visuales. En cine yo comencé al revés, saben, mi primer click fue Drácula, la versión de Coppola, después le seguí con Entrevista con el Vampiro, ya después Nosferatu, después la versión de Tod Browing, la de Kenton. Y siempre me llamaba la atención el cliché de Drácula como el seductor asesino, siempre él, a veces me preguntaba qué onda con las Vampiras. Por qué estaban tan privadas de presencia jugando un papel secundario. La Hija de Drácula me gustó, se me hizo simpática, amé el final, pero mi categoría de vampiras entrañables seguía desierta, hasta….




Que una bloggera, ascendente sagitario, me recomendó ésta película. Y lamento que me la hayan recomendado tan tarde porque se ha convertido en una de mis favoritas. Let the Right One In. Una película sobre vampiros narrada desde otro punto de vista, no el clásico cliché que se pueden imaginar. Desde el primer momento hasta el final te atrapa y te intriga. Oskar es un niño víctima del bulling escolar en Blackeberg un suburbio de Estocolmo, en los años 80's.

Un niño solitario, tímido, que en las noches no puede dormir y sueña con vengarse de los compañeros abusones. Pasa su tiempo vagando solo, recortando noticias de asesinatos y aguantando los gritos y lamentos de su madre, hasta que un día llega Eli, la nueva vecinita acompañada de un adulto. Curiosamente a la llegada de estos dos vecinos suceden algunos asesinatos en el pueblo, un lugar, frío, oscuro, silencioso, aburrido nada ideal para crecer y encima nieve por todos lados.






La historia esta basada en el best seller “Låt den rätte komma in” de John Ajvide Lindqvist. La novela se publicó en el 2004 con gran éxito en Suecia. En el 2005 publicó otra novela, pero ahora sobre zombies, sin mucho éxito, y más adelante en 2006, publicó Pappersväggar un libro sobre relatos de terror. Sus obras han sido traducidas a diferentes idiomas como: inglés, alemán, italiano, noruego, danés, polaco, alemán, ruso y español.

La versión cinematográfica de “Låt den rätte komma in”, Let the Right One In, corrió a cargo de Tomas Alfredson pero tuvo la colaboración de John Ajvide en el guión, lo que me parece muy bueno porque quién mejor que el autor para meterle mano a la versión fílmica. Inclusive otra de sus novelas está siendo gestionada para llevarla al cine también. Un dato curioso que quiero mencionar es el hecho de que el escritor John Ajvide es fan de Morrissey y tomó el título de su libro de la canción "Let the Right One Slip In" y no sólo eso, sino que se emocionó mucho cuando su novela fue traducida al inglés pensando que Morrissey podría leer su novela, y ahora seguramente es probable que también vea la movie. ¡El sueño de todo fan!




Y es que más que ser una película de vampiros, es una película romántica, del primer amor, aquello que nunca olvidamos y llevamos con nosotros. Pero, no es un romance tipo Crepúsculo, va más allá. Es tierna, se podría decir que es dulce pero también es fuerte, y de hecho tiene un planteamiento fuerte. Me gusta la forma en la que comienza y acaba. Un niño semidesnudo observando por la ventana, un niño de belleza memorable, que hechiza la cámara; en cada close up me quedaba con el pensamiento: “Ay, qué lindo está” Y lo mejor es que él y la niña (Lina Leandersson) hacen una química linda, te la crees. Bien, se trata de un amor entre un niño y una “niña rara” Hay una escena que me gustó mucho, cuando él está escuchando un disco, bailando, y ella sale, recién bañada, y como que baila con él, me pareció muy sweet y simpático, ¿qué? Soy cursi.

La música incidental tampoco tiene desperdicio. Sin embargo sí hay una escena de gatitos que merece ser balconeada como la parte funny porque está graciosa, es más, la catalogo como el chiste, tipo Scary Movie, un pastelazo que igual y se agradece para aligerar el nervio de la secuencia anterior. No les voy a contar el resto de la película porque no me gusta que hagan eso – y en Internet todos te la cuentan-. Pero sí quiero subrayar algo que me parece interesante.




En la novela se narra que Eli en realidad es un niño que hace muchos años fue castrado y en la versión cinematográfica te lo dan a entender con pequeños detalles como el hecho de que la voz de la niña es no es nada femenina y menos infantil (la voz de la actriz fue doblada por una masculina en postproducción), la niña se lo confiesa al preguntarle que sí la amaría “a pesar de no ser niña” lo que en la trama se entiende como una cosa, cuando en realidad es otra más compleja, y por último hay una escena dónde se evidencia esto, pero está tan cuidada y es en cierta forma tierna que ni se nota.



Mi parte favorita y la de muchos es la conocida como “Eli bleeds” ahí Lina Leandersson se luce a nivel interpretación y da mucha ternura. La historia tiene lugar en Blackeberg pero en realidad fue filmada en Suecia y se construyó un escenario similar arquitectónicamente. También se atenúo la presencia de Hakan (el hombre que cuida de Eli en la película) porque en el libro tiene una connotación pederasta y no muere sino que se convierte en vampiro y va en busca de Eli.



La película ha sido premiada en festivales independientes en ternas como: Mejor película, mejor Fotografía, mejor Director, Película de Horror, Narrativa, Premio del Público, Asociación de Críticos, etc. Que vienen siendo puros formalismos y gran ayuda para venderla y distribuirla porque en realidad no los necesita, por sí sola gusta y mucho. Obviamente lo exitoso llama la atención por lo que ya se hizo un remake que se estrenará el próximo año, pero será una adaptación. Bueno, si la pueden ver véanla que les puede gustar y si no pues no.


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En esta película queda claro algo (¡Y de qué manera, snif! Esa parte es adorable) que los vampiros no pueden entrar a las casas si no son invitados.

Al final la palabra en código morse significa “Beso”.