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La realidad de los Restaveks y los Loup-garou

Advierten sobre el incremento de robo y esclavitud de niños Haitianos



Dudo mucho que si seguimos unidos por la indiferencia avancemos como Humanidad. Sí, mucho iPad y la madre pero con los valores hechos mierda. Por más que lo intento no puedo estar así como sin nada. Que el tema de Haití “me dé hueva porque ya pasó y ya ayudaron” como me dijo una chica en msn. No, linda, pasó de moda en tu casa, donó Madonna, George Clooney – no tú- pero no ha pasado. El dolor y el hambre siguen ahí. Esa es la diferencia.

Como todo el mundo, puse los ojos en Haití, investigué, me enteré con sorpresa que allá lo zombie es “real” porque según sus creencias es posible que los muertos “vivan” de nuevo. Es una leyenda tan de antaño y respetada que de hecho hasta se ofrecen remedios para evitarlo. Un punto desagradable que también ha visto la luz gracias al desastre es el caso de los Restaveks y los Loup-garou.



En un país que literalmente está destruido se desatan todo tipo de escenas, dramas, y dolores. La ley de el más fuerte se hace visible y cada quien se rasca con sus propias uñas. El hambre es canija. Haití es en este momento el protagonista de ese infierno. Lo muertos están ya en mejores condiciones, se quedan los desamparados y los enfermos. La historia común es que por una simple fractura de pierna no hubo manera de enyesarla, se infecta y mejor te la amputan, sin anestesia, claro. Y los temores se acrecientan hasta niveles que, desde lejos, parecerían absurdos, la población empieza a hablar de los Loup-garou, los “Hombres lobo”, cuyo espíritu se posesiona de cualquier ser humano para, así, merodear los cientos de campamentos de damnificados de Puerto Príncipe con el único fin de devorar niños.




Haití es un país muy místico pero una cruda realidad ha comenzado a levantarse conforme pasan los días posteriores al sismo: se están robando a los niños de los campamentos y hospitales para el tráfico ilegal de menores. Se estima que dos millones de niños fueron afectados por el sismo y alrededor de 40% de la población es menor de 15 años y eso, obviamente, en un país sumido por el hambre, y la ausencia de autoridad, hace que las mafias dedicadas a explotación infantil comiencen a frotarse las manos.




Tan grave es el problema que la UNICEF ha hecho un llamado al mundo, diciendo que desafortunadamente las cifras aumentan día con día hay niños que están siendo sacados de los hospitales y refugios sin documentos de por medio. 15 niños desaparecieron de un hospital Haitiano sólo en un día. Y es que el negocio de convertir a los niños en “mercancía de exportación” es muy lucrativo unos 10 mil millones de dólares para terminar como objetos sexuales o esclavos laborales.



Y si nos vamos con los restaveks la cosa no se pone mejor. Literalmente esa palabra significa “Quédate con” y se trata de familias adoptivas Haitianas que se llevan niños procedentes de familias pobres y con el engaño de darles educación, vestido y alimento los llevan a sus hogares para tratarlos como esclavos. Los restaveks son niños que viven entre escobas, cubetas, cepillos, golpes, y malos tratos.

“Tenía que trabajar mañana, tarde y noche. Limpiaba, cocinaba, lavaba la ropa. Me levantaba a las cinco de la mañana y trabajaba hasta las ocho de la noche. Todo el mundo me pegaba”.


Y se espera que la cantidad de restaveks se incremente considerablemente después del sismo. La inmensa mayoría son niñas. Varios lugares como: Toronto, Amsterdam, París, EU, y la Havana han ofrecido sus aviones para trasladar a niños huérfanos a sus países en busca de su seguridad y que sean adoptados por parejas. Carla Bruni recibió a algunos niños en París, pero desafortunadamente otros no corren con la misma suerte y son llevados por los otros a un destino desdichado. Sé que en todos los lugares existe ese problema, en las playas de mi país también. Lo que me parece grave es que allá literalmente están en la calle, sus hogares son escombros, cualquiera se los lleva, los mismos padres los están regalando a cambio de comida. Es duro, es cruel. Son muchos. ¿Cómo podemos ayudar? No tengo ni la menor idea.



Quiero colaborar con mi grano de arena, hablando de eso. Porque lo que no se menciona no existe, y no es justo ignorarlos, fingir que no está sucediendo nada. No les voy a decir vayan aquí, píquenle allá, cada quien sabrá qué hace. Pero no podemos quedar indiferentes. Saber que eso ocurre es el principio. Esos niños maltratados un día dejan la infancia, dejan de ser “útiles” y ahí les encargo el rencor social. Además creo que todos conocemos algún niño, tenemos hijos, sobrinos, primos, etc, que sin dudarlo protegeríamos de esas circunstancias.

"Llévesela, no la puedo cuidar, se la cambio por comida"
Es una frase común justo ahora en Haití.



Se estima que hay alrededor de 300.000 niños restavek en Haití, y tienen estas características comunes:

  • —Provienen de una zona rural y aislada de Haití donde no hay escuela, ni electricidad, ni agua corriente y hay pocas posibilidades para el futuro.

    —Sus propios padres les envían con otra familia con la esperanza de que tengan una vida mejor.

    —Viven en la ciudad con una familia que no es la propia, como sirvientes.

    —Tienen entre 5 y 15 años y no están viviendo una infancia feliz.

    —Son casi todos niñas (tres veces más).

    —Se levantan antes del amanecer, antes que los miembros de la familia con la que viven, para empezar a prepararlo todo y se van a la cama mucho después que cualquier otro niño.

    —Se encargan de preparar la comida, ir a buscar agua al pozo, limpiar dentro y fuera de la casa, hacer la colada y vaciar los orinales.

    —Rara vez se les paga por su trabajo.

    —Rara vez van a visitar a su familia. Lo más probable es que no se acuerden de cómo son.

    —Es raro que vayan a la escuela. Depende de la situación financiera y del programa de su "dueño".

    —No suelen comer lo que deberían, ni en cantidad ni en valor nutricional.

    —Pueden estar sometidos a abuso físico, emocional y sexual, además de todo el maltrato mencionado más arriba.

    —Nunca se respetan sus derechos de niño.

Existen, es la realidad y la indiferencia es el peor de los castigos. Me gustaría decir la frase cursi de "No están solos" Pero la realidad es que sí lo están. Y se siente impotencia, mucha. Eso es lo que se siente. Porque el problema no se soluciona con un kilo de arroz o frijol, esto es más de fondo, lo sabemos. :(

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Nota al margen.

Voy a aligerar el momento duro con un chistecillo:

Qué puntada tuvieron los de la PGR al querer investigar si los homosexuales estamos aptos o no para casarnos… jajajajajajajajajajaja. ¡Por favor! ¿Y la guerra contra el Narcotráfico? ¿Y los responsables de los bebés muertos en la Guardería ABC, apá?

¡No mamen! En serio. Como broma está muy buena. Gracias.

¡Feliz Bicentenario! Somos Surrealistas.